Eliminamos el problema de raíz. Hice una encuesta y las voces me dicen que no hay por qué pagar la jubilación de amas de casas o las que no cumplen con los años o no hacen aportes. Hay voces que me dicen lo mismo que la amada Lagarde.
En Estados Unidos, salir de compras es como participar de la revolución de la alegría en nuestro país.
Faltaron globos amarillos, pero en el FMI entendieron que se reunieron para alentarme.
La diferencia es que hablo en el mismo idioma: inglés.
Menos mal que estamos tomando conciencia que no debemos medir nuestra economía en dólares. Es un logro de mi gobierno.